Tuve mi primer contacto con el Yoga después de un periodo de intensos cambios a nivel personal.
Para mí fue un gran descubrimiento, una tabla de salvación que me ha acompañado cada día desde aquella primera clase, en la que el más simple de los estiramientos suponía un gran esfuerzo.
A medida que he ido practicando más y “yogas más dinámicos“ he ido sintiendo también la necesidad de practicar más la meditación e introducirme en ese mundo interior de nuestra Consciencia.
En los últimos años he profundizado en meditación Vipassana y en la práctica de “la atención plena” o Mindfulness, impartiendo clases y talleres para “gestión del estrés, déficit de atención, depresión…”
Durante ese tiempo he compatibilizado el Yoga con mi otra gran pasión: la Nutrición. Me especialicé en Nutrición Celular Activa y desde entonces entiendo que yoga y alimentación son las dos herramientas más poderosas que tenemos para una buena salud.
Sólo espero desde mi minúscula aportación, ser capaz de transmitir un pequeño beneficio en cada corazón que despliegue su esterilla junto a mí cada día.